Vía

…Una vez más la noche y sus hordas enfilaron en el horizonte... Aullando espantosos cánticos se lanzaron feroces y asestaron terribles golpes a las filas de nuestros alicaídos ejércitos... Como si hubiesen jurado levantarse después de cada derrota se atrevieron nuevamente a derribar los muros del tiempo… Las rosas del edén marchitan ahogándose entre aguas turbias, los campos olvidaron otorgar la vid… Marchan las bestias y demonios, el fragor ilumina la tierra devastada por una guerra eterna… muchos se arrodillaron implorando la muerte absoluta, hubiese sido el mejor destino…

…El General retiró el yelmo y en su rostro se dibujó la gloria…

…El polvo y las cenizas ocultaron el amanecer, el sol opaco no evitó que un gélido espanto atravesara nuestros corazones, las lágrimas no tardaron en brotan y descender por nuestras laceradas mejillas… Uno a uno fuimos cayendo inertes, mientras la sangre abandonaba silentes nuestras armaduras… las plegarias se difuminaron entre rocas, fueron cruelmente ignoradas… Inferiores e insomnes vagamos ahora por este mundo poblado de seres duales, condenados a ser testigos de una era de sombras… maldita progenie de Caín condenada por los siglos de los siglos…