Gracia

Después de un largo día dedicado a la razón y a la sensatez, iniciando un buen desafío a la voluntad para curar su alma negra, con un método mas propio de un ermita que de un joven urbano y soñador, dedicado a vivir con lo mínimo para alcanzar lo máximo...llegó la hora del regreso irresponsable e indiferente...y allí fue donde las frías casualidades poblaron otra vez las ansias de sus labios cuando ella volteó para verlo salir... Con sorpresa cínica se saludaron y caminaron juntos hacia la estación más cercana, donde él ni siquiera tenía planeado ir...Una calada mentirosa al cigarrillo y la conversación comenzó a navegar desde los raros hábitos que no compartían, la aparente sorpresa de la bella mujer, hasta la huida alcohólica del último fin de semana... una invitación... y la negativa triste... A veces los caminos de ambos se cruzan sólo para capricho de lo imposible, pensaba él mientras las escaleras mecánicas acercaron peligrosamente sus cuerpos y sus miradas que danzaban con inseguridad y violencia....y él, no cesaba de acariciarla con su mente, con sus ojos vehementes...Un segundo intento y una nueva negativa, no triste ya sino insostenible, pero inocua para su corazón blindado tan blindado como un barco de papel en el Lago de Fuego

...Hay breves momentos en un día cualquiera, que desatan las más bellas melodías... y en esta historia ese momento brilla justo antes de la despedida...cuando sus mejillas en un par de eternas milésimas de segundo se unen y sus bocas sólo se rozan...

...dos veces...

...sólo dos veces...

The Wizard.