Las notas del piano
iluminan con finos rayos de luz una enorme sala blanca.
Como flechas irrumpen impetuosamente a través del espacio
y mueren fugazmente en tu sensual espalda,
uniéndose lentamente
al baile de tus dedos galopantes.
Al mismo tiempo,
mis húmedos ojos dibujan aquel maldito instante,
cuando el fuego de nuestro amor se extinguió para siempre
con un breve y tímido soplo de viento.
...Tus dedos se han detenido...
Las notas de aquel piano
siguen triunfando en mis oídos.
The Wizard.-
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