Descenso

Entonces enfrento las marchitas formas sin temor cruzando el vacío de las jaulas mentales hasta ver los últimos límites. Con un breve espasmo de locura decapito mi ego y se deslizan las dudas hacia verdades certeras, infames. Y desciendo en mi quietud, junto a mis ondulantes acordes, hasta sentir a la misma muerte respirar en mis sienes preguntándome si tendré el valor de besarla algún día.
Ideaciones macabras?, no lo creo, sólo sublimes momentos de tristeza orgásmica. Cómo no hurgar lentamente en la angustia, en el pulso, en el silencio, en esa lágrima que no derrama, como si le faltara esa fuerza para germinar, condenada por siempre a vagar por el alma.
Y desciendo por mil escalones de conciencia hasta lo más profundo, hundiendo cada segundo en un mar de latidos. Me pregunto si ese día tendré el valor de despedirme, de morder el polvo de la derrota y rezar por última vez, sólo para engañar al mísero espíritu que habita en mi ser.
Si es egoísta?, no lo creo, por ahora son sólo experimentos astrales vestidos de esquizofrénicas batallas por definir lo que soy. Y si de algo soy dueño en este mundo caótico, es de mis extraños viajes faltos de cordura, llenos de sueños, melancólicas imágenes y oscuros dogmas mágicos venidos de Sirius.
Es verdad, en alguna lejana noche llegará la hora del último viaje con esta piel. Pero no será esta noche ni esta hora.

The Wizard